sábado, 8 de febrero de 2020

Tarea "La calidad del profesorado: es el MIR la solución?"


El texto, firmado por Antonio Cabrales y Florentino Felgueroso, debate sobre la necesidad de modificar el sistema educativo con el fin de mantener (o en el caso del estado español, de aumentar) la calidad de los profesores. Puede parecer obvio esta necesidad, si bien los métodos para conseguirlo podrían ser varios. En este caso, se habla de dos posibilidades: un examen tipo MIR como tienen que superar los médicos, o unas prácticas (más extensas que las acuales) donde se demuestre la valía del profesor.

Lo primero, me gustaría abrir un paréntesis, para remarcar que a los autores del texto sólo les parece importar el efecto económico que conlleva la calidad de los docentes. Para ello, se basa en un estudio realizado en los Estados Unidos, donde parece que reemplazar algunos profesores equivaldría a un valor de 100 billones de dólares en términos de producto económico. Sin poner en duda estas cifras pero siempre reticente, me parece peligroso la idea que conlleva: que los profesores somos herramientas para crear unos productos (los estudiantes), que se deberán adaptar al sistema económico vigente una vez terminen sus estudios. No hablan de educar a unos jóvenes con valores, ni críticos, ni solidarios. Y creo que esa debería ser también una de las necesidades que los docentes de educación secundaria deberían cubrir.

Por otra parte, sobre la necesidad de evaluar a los profesores de manera más exhaustiva, he de decir que estoy de acuerdo en esa afirmación de manera general, pero (y a raíz de lo comentado en el párrafo anterior) también creo que esa evaluación debería ir más allá de la evaluación de las competencias matemáticas o lectoras. ¿De qué sirve un profesor con unas altas competencias mátemáticas, si tiene una nula motivación por enseñar a sus alumnos? ¿Es eficaz un profesor con altas competencias lectoras, si luego no sabe transmitir el conocimiento a sus alumnos? De hecho, los estudios que se han realizado demuestran que las competencias de los docentes y los resultados de los alumnos no tienen por qué estar relacionados.

Estoy de acuerdo en que los malos profesores no se pueden detectar mediante un examen, por lo tanto un periodo de prácticas me parece, a priori, más conveniente. Es lo que se hace en realidad. Aún así, sí considero que es un filtro bastante fácil de superar en la actualidad. La mayoría de los estudiantes de estudios superiores que se forman para ser docentes opina (desde mi experiencia) que no cuesta acceder al sistema educativo, al menos a puestos no permanentes. Luego está otro problema que también señala el texto, que es que tampoco existen características medibles en los docentes que mejore el rendimiento académico de los alumnos. Por lo tanto, creo que ése debería ser un comienzo en la preparación de los profesores.

Por último, el texto señala que una posibilidad para mantener a los profesores motivados en que sus alumnos obtengan buenos resultados debería ser la retribución según méritos, o incluso que los centros tengan la competencia de elegir a sus docentes. En cuanto a la primera opción, me parece que volvemos a lo mismo: sólo se valora el rendimiento académico en cuanto a competencias en los contenidos, no se valoran otros aspectos. En cuanto a la posibilidad de que los centros puedan elegir y rechazar a los profesores, creo que habría que analizar estas experiencias en los países donde esta práctica ya se realiza, y no sólo relacionarlo con los resultados que obtienen los alumnos en dichos países.

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